Dirigimos a la persona en toda su complejidad, tomando en cuenta sus distintas necesidades.

Nuestros estudiantes aprenden a comunicarse en el idioma desde la primera clase.

Equivocarse es normal y es una parte del proceso natural del aprendizaje. Dirigimos a la persona en toda su complejidad, tomando en cuenta sus distintas necesidades: cerebrales, visuales, auditivas y  corporal- cinestésicas.

Por eso hay que hablar, escuchar, escribir, jugar, actuar, pintar y cantar.

Todo tiene su sitio en nuestras clases. Ahora, gracias a la tecnología, tenemos la posibilidad de ampliar más lo que hemos hecho siempre. Los profesores pueden utilizar los recursos de Internet y los estudiantes se pueden animar aún más en actividades y proyectos.

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